Cortometraje en vídeo, rodado en dos jornadas livianas para lo acostumbrado, en las que el plan de rodaje se cumplió sin apenas retrasos. Tres horas de brutos para lo que en montaje no superará los quince minutos. Sin florituras. Un poco de aquí te pillo aquí te mato, cámara en mano, sin iluminar. Sonido, sí. Cuatro personajes en lo que los críticos llamarían una historia de actores. Escenas a dos, doce en total. Un final que no es final. Sin música.
En el momento de escribir estas líneas faltan dos secuencias por montar –es lo que tiene el trabajo del aficionado, a veces las obligaciones pesan y los compromisos asfixian-. De todos modos, el optimismo quizá pueril de sus artífices hace que confíen en tenerlo para antes del verano (entendamos aquí 1 de julio, por aquello del fin de curso).
Seguiremos informando.
La batalla de Midway: amanece en Tierno Galván; sonido e imagen a debate; breaking the law en la Plaza de los Cubos.
La última función.
Cortometraje en 35 milímetros –cosa seria, oiga-, dirigido por Daniel Ramírez. Historia visual de ritmo lento, pausado. De los preparativos de los actores ante la función. De sus cosas. Tratado con mimo, el mismo con el que el equipo trata a la cámara y revisa ese pelo que todos esperan no aparezca. Llevará música original. Estoy deseando verlo, Daniel. Un saludo.
La última función.
Cortometraje en 35 milímetros –cosa seria, oiga-, dirigido por Daniel Ramírez. Historia visual de ritmo lento, pausado. De los preparativos de los actores ante la función. De sus cosas. Tratado con mimo, el mismo con el que el equipo trata a la cámara y revisa ese pelo que todos esperan no aparezca. Llevará música original. Estoy deseando verlo, Daniel. Un saludo.
Esto no es un western.
Lo nuevo de Sergio Catá, fotografía Ignacio Giménez-Rico. Betacam digital. Fin de semana intenso, tres días de catorce horas –de trabajo, se entiende-. En Guadarrama el tiempo pasa bonito. Y comer en el bar del polígono. Y volver a Madrid a las mil. Pero todo está muy bien, y yo contento de que me hayan invitado. Lo veremos en septiembre. Qué bien.
Lo nuevo de Sergio Catá, fotografía Ignacio Giménez-Rico. Betacam digital. Fin de semana intenso, tres días de catorce horas –de trabajo, se entiende-. En Guadarrama el tiempo pasa bonito. Y comer en el bar del polígono. Y volver a Madrid a las mil. Pero todo está muy bien, y yo contento de que me hayan invitado. Lo veremos en septiembre. Qué bien.
"Esto no es un western": en proceso; la cuarta dimensión; maricupidas.